En su época fue el mayor de Sevilla, pues fue el primero que superaba los cinco metros de longitud.
En un principio disponía de ocho cartelas, pero sufrió una importante transformación, años después, al dotarle de maniguetas, candelabros de guardabrisas y ocho faroles de plata. En 1938, se amplió y preparó para incluir a las tallas secundarias de Castillo Lastrucci, enriqueciéndolo con unos magníficos respiraderos.
Como la estructura de dicho paso era un conjunto de antiguos trabajos, se pensó en su remodelación, que resultó espectacular. La transformación se efectuó en los talleres Carrera y la modificación de los respiraderos, según dibujo de Quiles, la realizó José García Roldán. Fue dorado por Antonio Sánchez. Se le dotó de ocho cartelas de plata labradas por Contreras y lució faldones morados de terciopelo. Este paso aún sigue saliendo en procesión en Utrera, en la hermandad de la Vera Cruz, a la que fue vendido en 100.000 pts en 1971.
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