Cuando entramos en la Catedrál y dejamos el paso en el lugar que le correspondía, nos quedamos para ver algo histórico, la entrada de los demás pasos a la Catedrál. Los pasos entraban por todas las puertas del templo, nos encontrabamos rodeados de pasos de palio por todas partes, ibas a ver uno y detrás venía otro, fue algo increible...
Como no podíamos permanecer más tiempo en el interior de la Catedrál, nos reunimos con Manuél Olmedo, su tío y Alejandro Corrales, en las inmediaciones de la plaza de las pasiegas para ver la llegada del resto de los pasos al interior de la Catedrál.
Al entrar el ultimo de los pasos, en torno a las 11 de la mañana, tocaba descansar hasta las 3 de la tarde que teníamos la cita con el capataz para repartirnos los trabajos de la vuelta a casa, esta vez ya, con banda de música. Un merecido desayuno y visita a la basílica de las Angustias, patrona de Granada y motivo principal de la realización de esta procesión magna.
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