Acaba un año bastante nefasto para la Semana Santa en general y para mí en particular. Un año en la que mi Semana Santa pasó en blanco, sin que ninguna de las cofradías con las que realizaba estación de penitencia salieran a la calle. Menos mal que me quedaban las glorias y pude quitarme la espinita clavada de la peor Semana Santa que recuerdo en mis 12 años como costalero.
Espero que para la próxima Semana Santa pueda volver a repetir momentos tan especiales como el que muestran estas imágenes.
FELIZ 2012 A TODOS¡¡