martes, 9 de agosto de 2011

LA EXTRAÑA CENA DE UN NAZARENO



De todos es sabido el rigor de la reglas de la hermandad del Silencio y los hermanos son si cabe mas riguroso todavía con el cumplimiento de las mismas haciendo gala de ello .-

El protagonista de nuestra anécdota de hoy, era uno de estos nazarenos de la Madre y Maestra que el Jueves Santo era una especie de segunda Navidad, pues su padre , tíos y hermanos y primos todos salían en dicha cofradía . Cenaban todos juntos , se ayudaban unos a otros a colocarse la túnica nazarena y después por parejas ,para no formar en la calle un grupo que llamara mucho la atención y por supuesto sin hablar entre ellos ,ni mirarse durante todo el recorrido que hacian por supuesto a pie y descalzos .-

Un año mas, la cena había culminado, se habían vestido y el grupo de hermanos en el mas estricto sentido de la palabra partía esparcidamente por las bulliciosas calles sevillanas en las ultimas horas de la noche del Jueves Santo, todo iba con la normalidad habitual camino de San Antonio Abad , cuando nuestro protagonista que iba el ultimo del grupo acompañado por uno de sus primos noto como este lo detenía por el hombro en la puerta de un bar próximo , a la iglesia, le hizo señas hacia el interior, no dando crédito a lo que veían .-

Allí en la barra había un señor con la túnica del Silencio , con el antifaz echado a la espalda, comiendo plácidamente un enorme bocadillo de tortilla y un refresco .-

Los enlutados nazarenos no salian de su asombro a lo que estaban viendo, hasta que uno de ellos al borde del infarto ,chasqueando con los dedos, llamó la atención de señor que cenaba un poco ajeno a sus observadores. Se acerco extrañado hasta la puerta del bar y uno de los nazarenos con un tono elevado de voz le increpo :

" ¡ Por el amor de Dios ¿que esta usted haciendo? ¡, Quiere hacer el favor de salir de ahí y colocarse el antifaz ¡"

El desconcertado , descapirotado y joven nazareno , comento con la mayor naturalidad del mundo que estaba cenado, pues venia de la vecina provincia ( la que fuera ) era la primera vez que venia y obsesionado con el trafico y el aparcamiento había llegado demasiado temprano y había tenido suerte con poder aparcar , reparando que no había cenado para afrontar , no solo la estación penitencial sino el regreso a su localidad de origen .-

Nuestro protagonista se puso aun mas nervioso y ordeno al novato nazareno que pagaran y salieran de allí cuanto antes , mientras su primo mas compresivo lo invitaba a la calma y a la comprensión , de alguien que viene de fuera y quizás ve con mas naturalidad este tipo de actuaciones

Con la cena interrumpida y el capirote puesto , quiso seguir dando explicaciones a sus disgustado acompañante, a lo que este le interpelo : "Por favor ¡callese!".-

Ya una vez dentro de la iglesia , todo se fue aclarando y la mediación comprensiva del otro testigo de tan insólita escena , recordándole la incorrección de ese tipo de acciones en Sevilla y mas en una hermandad como la del Silencio , a lo que el neófito nazareno desaciendose en disculpas y promesas de que esto no volveria a suceder exclamo :

"Con razón me miraba tanto la gente mientras cenaba , ya me estaba mosquendo" .


Artículo de Julio Dominguez Arjona.
Foto: callejueladeazahares.blogspot.com

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