sábado, 21 de abril de 2012

MI SEMANA SANTA 2012. JUEVES SANTO(I)

He de reconocer que desde que comenzó la Semana Santa, estaba mentalizado en no salir a la calle con mi Hermandad del Prendimiento. Durante toda la semana las previsiones meteorológicas daban muy mal tiempo para el Jueves Santo, pero al levantarme por la mañana y mirar las previsiones...había esperanza¡¡

Este año no me levanté temprano para ir a desayunar con parte de la cuadrilla, tampoco bajé a la iglesia a ver los pasos, lo único que hice fue descansar en casa y prepararme para una tarde gloriosa en la que tocaba apretarse los machos y de qué manera...

A las 3 de la tarde comenzaba, por segunda vez, el ritual de vestirme de costalero, esta vez esperando tener más suerte que la primera, pero al salir a la calle el tiempo no dejaba nada claro, se veían claros pero...en fin, mejor no pensarlo, y bajé a tomarme la copita de todos los años con los amigos. Ese momento no tiene precio, pase lo que pase, salgamos a la calle o no, ese momento previo es inimitable e insustituible.

Al entrar en la iglesia y acercarme a la Virgen, supe que íbamos a salir¡¡ porque como dice mi amiga Pilar, "la Virgen tiene cara de calle".

Esta vez, y a diferencia del año pasado, si me hice la ropa con ilusión, sabiendo que nos íbamos a la calle y acompañado de mi amigo Alberto que sería la primera vez que nos vistiésemos de costaleros para sacar juntos un mismo paso en Semana Santa (volveríamos a repetirlo al día siguiente en Sevilla).

Y dieron las 17.15 de la tarde, y la iglesia de San Agustín se abrió 2 años más tarde, para dejar paso a una de las cruces de guía más esperadas por Linares, pero Linares esta vez tenía que esperar un poco más para ver salir a su Señor puesto que el cortejo este año , gracias a Dios, ha sido incrementado en un 25% más de nazarenos.

Pero finalmente ahí estaba Él...con el rostro sereno, tranquilo sabiendo que tiene un galeón de hombres bajo sus piés, con la mirada poderosa, recibiendo las suplicas de todos los que llevábamos dos años esperando para verlo en la calle. La plaza estaba a reventar de gente, todos mirando en silencio como poco a poco sus hijos lo ponían en la calle para que Linares disfrutara de Él durante unas pocas horas.

Y se perdió el Señor al fondo de la plaza, parece como si mirara de reojo a su Madre y seguídamente volviera a mirar al frente tranquilo, sabiéndo que deja a su tesoro más grande en buenas manos...

Nos tocaba el turno a nosotros, había que poner a la Madre de Díos en la calle, y hacerlo como se espera de nosotros. Sonó el martillo y la Virgen voló por primera vez en la tarde, aún dentro de su templo, poco a poco el paso fue avanzando, "la izquierda alante y la derecha atrás", y conforme la Madre si iba colocando frente a frente con su pueblo, el murmullo se acrecentába..."pararse ahí, ahí quedó, no hay zancos¡¡" y poco a poco la Madre fue posada como un clavel que cae del cielo sobre el frio marmol de una iglesia ya casi vacia.

A los tre golpes de martillo en silencio, como de una Hermandad de negro se tratase, la reina del Santo Rosario se alzó y sobre las rodillas de sus hijos, se puso en la calle...dos años después le devolvíamos al pueblo lo que cada Jueves Santo es del pueblo.



Comentar que fue magnífica la levantá desde el suelo, levantar el paso estando de rodillas es una tarea complicada y como bien muestra el vídeo, se hizo extraordinariamente bien.

Y con la Señora ya coronada de nuevo, el paso se fue por segunda vez al cielo en una buena levantá, esta vez sí, en las calles de su barrio.
Comenzó a sonar su marcha, esa marcha que fue compuesta por uno de sus hijos que en ese momento llora debajo de su Madre celestial, "Lágrimas del Rosario" , y el paso empezó a andar, con un andar serio, elegante, acompasado, con mimo, con fuerza, con ilusión...nos quedaba por delante muchas calles donde enseñarle a Linares a lo más bonito que tiene nuestra Hermandad.

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